El Presidente de EMT Madrid recordaba que la compañía ya fue pionera en la prueba de la propulsión con hidrógeno entre los años 2002 y 2007, al formar parte de los proyectos europeos City Cell (con Iveco) y CUTE (con Mercedes-Benz), y hacía hincapié en la vocación de “liderazgo” de Madrid en la introducción de nuevas propulsiones y tecnologías que garanticen una movilidad sostenible. También afirmaba que sin ese esfuerzo del transporte público, “no se puede exigir a los ciudadanos que cambien” la tecnología de sus vehículos particulares.
Madrid y Barcelona como líderes de la transición energética del autobús
En esa misma línea hablaba el Presidente de ATUC, Miguel Ruiz, quien afirmaba con rotundidad que para que se produzca ese cambio, “el transporte colectivo debe ser la columna vertebral” de del nuevo modelo de movilidad sostenible. Señalaba que el sector tiene que ser capaz, como lo ha hecho la industria del turismo con sus campañas y anuncios, de convencer al ciudadano para que escoja el transporte público, no como una imposición sino como una elección propia porque es un modo atractivo.
Puso sobre la mesa datos tan contundentes como que mientras que el avión transportaba en España 42 millones de personas al año, el transporte público movía a más de 4.000 millones de personas anualmente.
Ruiz también asegura: “todos los operadores de transporte público estamos muy excitados con el hidrógeno y nos vamos a lanzar a esa aventura”. Sin embargo, indicaba que es necesario que empresas de gran tamaño y con mucho más fuelle económico, como EMT Madrid, sirvan de guía para el resto de gestores del transporte en autobús de nuestro país. De momento, el hidrógeno capta la atención de los operadores porque mejora la autonomía y reduce los tiempos de recarga frente a los autobuses eléctricos de batería.
La ciudad de Barcelona pone en marcha a finales de año su planta de hidrógeno en la Zona Franca y la TMB contará inicialmente con 8 autobuses de hidrógeno.
EMT Madrid producirá su propio H2 en la primera fase
Aunque en un principio se alimentarán los diez nuevos autobuses de hidrógeno, que se licitarán pronto, con la producción propia de la hidrogenera de EMT Madrid en Entrevías, según ha indicado el Director Gerente de la compañía, Alfonso Sánchez, la idea no es ser fabricantes de H2. Sólo será así en esta primera fase, después, cuando la flota con esta propulsión crezca, se espera que el suministro llegue por tubería, como ocurre con el gas. De momento, su hidrogenera propia generará H2 a partir de la energía solar de placas fotovoltaicas situadas en la cochera. La operación está cofinanciada al 50% con fondos FEDER.
De hecho, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital cuentan con diversas iniciativas para generar hidrógeno verde en la región y que podrían suponer en el futuro la vía de suministro para esas flotas de hidrógeno. Es el caso de la biofactoría EDAR proyectada por el Canal de Isabel II, que permitirá producir hidrógeno verde a partir de agua regenerada y energía renovables.
El hidrógeno protaniza varios proyectos Europeos
Para poder cumplir con los objetivos europeos y poner en marcha la hoja de ruta del hidrógeno de España, se están poniendo en marcha proyectos de colaboración internacional en los que participan diversas ciudades. En el caso de JIVE y JIVE 2, Barcelona es una de las 15 urbes que experimentarán con la tecnología de hidrógeno en un total de 300 autobuses, 8 de ellos en la flota de TMB. Por su parte, Madrid es una de las ciudades participantes en la Clean Bus Europe Plataform. Desde la UITP, se apoya todas las iniciativas para promocionar la introducción propulsiones limpias para el transporte público pero siempre “desde la neutralidad tecnológica”. El hidrógeno es una de esas opciones.
EMT Madrid no tendrá autobuses diesel en 2023
Alfonso Sánchez recordaba que en 2023 ya no habrá autobuses diesel en la flota de EMT Madrid y que un tercio de ésta estará compuesta por autobuses de batería en 2027. Hacía alusión a la larga experiencia en propulsiones alternativas de la empresa. Tanto es así, que los vehículos de los primeros proyectos con hidrógeno se encuentran ya en su Museo, junto a autobuses de los inicios de la compañía en el Siglo XX.
A pesar del alto coste que han tenido algunas opciones como los vehículos eléctricos, afirma que en tan sólo 3 o 4 años ya han bajado sus costes y las garantías se han extendido hasta los 10 años. Está convencido de que ocurrirá los mismo con el hidrógeno y que en un futuro próximo se reducirá su precio y será más asequible para todos. “Desde el ámbito de lo público y también desde la colaboración público-privada hay que impulsar las nuevas energías”, decía.
Concluía destacando que el potencial de los autobuses de hidrógeno va más allá del espacio puramente urbano, pues su mayor autonomía les va a permitir hacer transporte metropolitano y regional.
El hidrógeno como oportunidad
A ese potencial más allá del ámbito urbano para los autobuses de hidrógeno originado por su mayor autonomía y menores tiempos de recarga frente a los autobuses de batería, hay que sumar que en lugares como las islas, puede resultar un tipo de propulsión muy interesante y que podrían ponernos en el mapa del turismo sostenible. Al ser España un país con mayor facilidad que otros del entorno europeo para la producción de hidrógeno verde a menor coste, podría además ser una gran oportunidad industrial.
Para darle un empujón económico a las adquisiciones de flotas de hidrógeno vendrán bien los fondos europeos pero señalaba el Presidente de ATUC, que también será necesario tener pronto una Ley de Financiación del transporte público en nuestro país. Con ella habrá estabilidad para que los operadores puedan planificar sus inversiones.
Aunque el hidrógeno avanza a grandes pasos, tanto los técnicos, como las marcas, como los políticos que participaron en el evento concluyen que ninguna tecnología podrá afrontar en solitario el reto que supone la nueva movilidad, sino en convivencia con otras propulsiones.
