En la apertura institucional, Rafael Barbadillo, Presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS), recodaba que el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible se quedó pendiente antes de las elecciones y que ahora “tenemos una nueva oportunidad para reforzar el transporte público y garantizar el derecho a la movilidad.”
Isaura Leal, Secretaria Segunda del Congreso de los Diputados, comenzaba afirmando que “la sostenibilidad es una palabra que se repite pero debe convertirse en un elemento intrínseco de la movilidad, que no se entienda la una sin la otra.” En la misma línea que Barbadillo, señalaba que esta ley no solo habla de sostenibilidad y digitalización, sino del derecho a la movilidad y en este sentido “el autobús tiene mucha relevancia por su carácter vertebrador.” Apelaba también a la colaboración entre el sector del transporte de viajeros por carretera y las Administraciones Públicas, como elemento fundamental porque “trabajando juntos somos siempre mejores”, dijo.
Las mesas redondas fueron moderadas por Félix Álvarez, secretario del Departamento de Viajeros del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC).
Un modelo de colaboración público-privada de éxito
En la primera Mesa, Roser Obrer, Directora General de Transporte por Carretera del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, indicaba que “el título de la jornada es todo un acierto” porque el autobús “está muy consolidado en todo el territorio” español, “de ahí su importancia". Y destacó también la versatilidad de este modo de transporte.
Óscar Martínez, Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Civil–Transportes de la Universidad Politécnica de Madrid, puso sobre la mesa estadísticas sobre el uso de los diferentes modos de transporte en diferentes ámbitos. Para el transporte interurbano, el coche privado sigue siendo el líder, con un 78% de cuota aproximadamente. En la cuota que afecta a los transportes públicos, el autobús se lleva la palma en las medias distancias, con casi un 80% frente a otros modos y en la suma de media y larga distancia realiza tres cuartos de los servicios. En su exposición dejó claro que el autobús como modo de transporte es un acierto pero que la red se ha quedado antigua y hay que actualizar las líneas para adaptarlas a las necesidades de movilidad actuales.
Jaime Rodríguez, Director de la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS), se refirió al alto nivel de despoblación de nuestro país, en el que el 70% del territorio acumula solo el 10% de la población, mientras que en el 30% del terreno nacional se concentran el 90% de los habitantes. En ese entorno, no todas las líneas pueden ser rentables, pero hay que garantizar la movilidad a esos núcleos de población, pero para ello “se necesita actualizar los nuevos mapas de líneas nacionales en coordinación con las líneas autonómicas,” decía, para lograr que sea una red “atractiva para las empresas que compitan” por las concesiones y que este adaptada a la nueva realidad poblacional y sus necesidades.
Terminó exponiendo las enmiendas que desde CONFEBUS se han hecho al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible en las que se recuerda que el sistema concesional ya está abierto a la libre competencia, se reivindica al importancia del autobús, para que no quede a la sombra de otros modos, y se solicita que el apartado de financiación de transporte público no se refiera solamente al ámbito urbano, sino a todo el sistema de transporte global, también medias y largas distancias y, por supuesto, el mundo rural.
El autobús como agente esencial para la vertebración territorial de España
En la segunda Mesa, Manuel Ríos, Director General de Transportes y logística de la Generalitat Valenciana. Laura Paredes, Directora General de Transportes y Logística de la Junta de Castilla y León, Rubén Sobrino, Director General de Transportes y Movilidad de la Junta de Castilla-La Mancha, explicaron la situación en sus respectivas comunidades autónomas y pidieron apoyo financiero para poder garantizar el derecho a la movilidad allí donde el juego de la oferta y la demanda puro y duro dejaría desiertas comarcas enteras en el ámbito rural. Pero también se pusieron sobre la mesa soluciones que están funcionando muy bien como el transporte a la demanda, que según los datos aportados por el representante manchego en la mesa ha multiplicado hasta por veinte la demanda en algunas zonas. Es decir, el transporte a la demanda puede hacer que las líneas antes consideradas deficitarias, dejen de serlo, y si no se ofrece un servicio de transporte, la demanda, lógicamente es cero.
Los beneficios para los usuarios y la calidad del empleo
En la tercera Mesa, Gustavo Samayoa, Presidente de la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI), destacaba la necesidad de que la ley, además de todo lo dicho anteriormente, regulara también la estabilidad de tarifas del transporte público para que no ocurra como en Francia recientemente, que en una huelga de algunos modos de transporte, otros ha podido subir los precios tanto como han deseado. También considera que el transporte debe ser “atractivo, asequible y seguro.”
En ese sentido, Diego Buenestado, Secretario Sectorial Federal de la FeSMC-UGT, afirmaba que en los siniestros en los que se ve involucrado un autobús, la edad del conductor siempre es un factor determinante. Por eso, señalaba que aunque los autobuses incorporan gran número de avances en materia de seguridad, sería necesario empezar a jubilar antes a los conductores profesionales porque “con más de 60 años no se debe llevar un autobús.” Defendió el sistema concesional porque “es garantista del transporte para todos”, pero “no se pueden tener 50 convenios con diferentes condiciones laborales,” dijo.
Por su parte, Francisco Vegas, Secretario General del Sector de Carretera y Logística de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, se centró en la idea de “transporte justo”, que “no es solo que la empresa tenga beneficios, sino que las condiciones de los trabajadores también sean las adecuadas y que accesible para los ciudadanos, porque si no es un transporte justo, algo está fallando,” señaló. Y matizaba que aunque la apertura de corredores con el modelo de liberalización total pueda ser económicamente interesante, no tiene por qué ser justo. Sobre la falta de conductores afirmaba que “no hay escasez de conductores, sino escasez de condiciones” para atraer personal al sector.
Visión Política de la Movilidad
La cuarta mesa estuvo compuesta por políticos. Isidre Gavín, G.P. Junts per Cat, se refirió a la necesidad de modernizar los servicios de transporte público y adaptarlos a las nuevas necesidades como se hizo con el Bus Express en Barcelona para ofrecer servicios suburbanos directos, sin paradas intermedias, que fomenta también la intermodalidad. También aseguraba que “el transporte debe gestionarse desde la proximidad.”
Alberto Ibáñez, G.P. Plurinacional Sumar, está de acuerdo con esta visión de gestión local del trasporte público aunque con la coordinación estatal. Lamentó que se haya eliminado del nombre de la Ley la segunda parte, la que hablaba de Financiación del transporte público y que “será fundamental para poder descarbonizar las flotas”. Se planteaba si era mejor utilizar recursos para mejorar la calidad del transporte público y el acceso libre para los usuarios en lugar de fomentar la compra de vehículos privados aunque sean eléctricos. Sobre la digitalización, considera que debe promover más la intermodalidad y en cuanto al mapa concesional indicaba, como todos los participantes, que está obsoleto, pero par que sea de calidad “requiere más inversiones públicas.”
Carina Mejías, G.P. VOX, habló también sobre la necesidad de financiación estable para garantizar servicios de transporte público de calidad con el objetivo de la máxima intermodalidad entre los modos tradicionales y también los de movilidad compartida. Se quejaba de que este proyecto de Ley, a pesar de demandado, “obedece más a criterios plantados desde Europa” que a las necesidades del sector español.
Ignacio López, G.P. Socialista, cerró este bloque indicando que el usuario del autobús es siempre el olvidado, aunque son los que más usan el transporte público. Hizo hincapié en la gran respuesta de demanda que ha habido con las ayudas y bonificaciones al uso del transporte público por parte del Gobierno.
Un sistema que requiere actualizarse pero que funciona
Rafael Barbadillo, Presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS), hizo un resumen de la jornada destacando cuatro puntos.
La Ley de Movilidad Sostenible es una oportunidad para impulsar el transporte en autobús como servicio público esencial
El autobús garantiza el derecho a la movilidad de las personas por lo es “importante que los mapas concesionales de todas las administraciones se coordinen y consensuen, para que la red de redes sea percibida como una única red” que mejore la calidad de vida de las personas.
La colaboración público-privada “requiere un marco jurídico que garantice la sostenibilidad y la viabilidad económica. Y recordaba que el modelo español es un modelo de éxito.
Clausuró la jornada Marta Serrano, Secretaria General de Transporte Terrestre del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, afirmando que “el autobús es la respuesta a la movilidad sostenible que puede llegar a todos los territorios”. Indicó que ya se ha reiniciado el trabajo del Ministerio con las diferentes Comunidades Autónomas para diseñar el nuevo mapa concesional. “Los ciudadanos no tienen que saber de quién es cada servicio que usan, solo tienen que ver cubierto su derecho a la movilidad sostenible y de calidad”. Señaló elementos que deben tenerse en cuenta para mejorar el transporte colectivo, como los sistemas BRT o los carriles Bus-VAO. Y terminó diciendo que también le hubiera gustado que se mantuviera la coletilla final de “y financiación del transporte público” en el nombre la de la Ley de Movilidad Sostenible.
